lunes, 6 de julio de 2015

Si a los animales










                                                                7/72015
Y tengo una chihuahua en la casa y esta me ayuda bastante con mamita. Es un hecho que por mas que uno lo trate no puede estar las 24 horas del día detrás de nuestro familiar enfermo y tener alguna distracción es esencial. Mi perrita le brinda compania y afecto mientras yo termino otras tareas en el hogar. El simple contacto con un animalito les da una sensación de ternura y amor. Ademas de que los mantiene ocupados por un momento. He descubierto que cuando mi madre juega con Cloe ( mi perrita) no tiene esos episodios de alucinaciones. Ella es prácticamente normal, mas enfocada, habla con mas fluidez y hasta tiene sus momentos de cordura. También es una manera de darle tareas fáciles, como el alimentarla, peinarla o simplemente hace de cuidadora. Ademas de que es un hecho de que es mas fácil hablarle a un animal que a humanos. Un animal te presta atención y no te juzga o critica por los errores. Les ayudan a mejorar la autoestima, haciéndoles sentir que son necesitados y que pueden contribuir al hogar. Así que no hay que tener miedo de incluir a tu mascota en el cuidado de tu pariente con alzheimer. Le estas haciendo un bien a tu enfermito y a tu mascota

viernes, 3 de julio de 2015

Sin poner limites








7/3/2015


Hay mucho que aprender sobre el cuidado de nuestros ancianos. Y cuando nos enfrentamos a una enfermedad como el alzheimer hay que aprender y asesorarse. Despues de todo son nuestra familia y queremos protegerlos. Pero con la protección vienen los errores. Queremos sobre protegerlos. A veces los tratamos como "babies" y no les dejamos hacer nada. Esto es un error. Con el tiempo he aprendido a que no hay que limitarlos, hay que dejarlos vivir. Dejarlos hacer las cosas como cuando estaban bien. Las tareas por pequeñas que sean los ayudan a sentirse útiles, independientes. Mamita ordena su cuarto pues nunca le ha gustad que le toquen sus cosas. También hace pequeñas tareas en la cocina pues siempre le ha gustado y hasta trabajo de cocinera. Descubrí que el no permitirle hacer las cosas la deprimía. Ella necesitaba sentiré en control de su vida, de sus cosas. Ahora la dejo hacer sus cosas, aunque a veces tenga que corregirla  explicarle cuando se le olvida algo. Es cuestión de paciencia. No te rindas!!! Se que el camino no es facil pero se puede disfrutar de las rosas aunque tengan espinas.